Una amenaza silenciosa
En junio de 2014, Valeria Giarratana perdió trágicamente a sus dos hijas, Pilar (8) y Agustina (12), durante una visita de fin de semana a su padre. Lo que no sabían era que el calentador de gas defectuoso de su nuevo apartamento liberaría silenciosamente monóxido de carbono (CO), provocando que todos perdieran el conocimiento en cuestión de minutos. El desgarrador relato de Valeria resalta el peligro oculto del envenenamiento por CO, un problema que no es nuevo en Argentina.
Una amenaza mortal
El Ministerio de Salud estima que alrededor de 250 personas en Argentina sucumben cada año a la intoxicación por CO. Aunque las cifras a nivel nacional para 2023 aún no están disponibles, solo la Provincia de Buenos Aires reportó 130 casos en agosto. El principal culpable: aparatos de gas en mal estado y ventilación insuficiente de la habitación durante los procesos de combustión.
Electrodomésticos de gas obsoletos
Argentina todavía carece de una legislación que exija detectores de CO en los hogares, y muchos calentadores de gas en el mercado utilizan sistemas obsoletos que no pueden detectar ni advertir sobre el CO. El Dr. Miguel Ponce, un científico, explica que la mayoría de los aparatos de gas disponibles en Argentina tienen décadas de antigüedad y carecen de Adaptaciones electrónicas modernas.
El riesgo de los calentadores de gas de llama abierta
Una preocupación particular son los calentadores de gas de «llama abierta», que emiten gases de combustión directamente a los espacios habitables, especialmente cuando se usan en áreas cerradas sin una ventilación adecuada. Estos modelos obsoletos todavía se venden ampliamente en Argentina, a pesar de sus conocidos peligros.

Una solución sencilla
Investigadores argentinos, incluido el Dr. Ponce, desarrollaron un dispositivo de seguridad en 2003 para evitar la acumulación excesiva de CO en los aparatos de gas. Este dispositivo cortaría el suministro de gas al detectar niveles peligrosos de CO, salvando vidas al finalizar la combustión de forma inmediata.
Legislación faltante
A pesar de los numerosos intentos en el Congreso de presentar proyectos de ley que requieran la instalación de detectores de CO y dispositivos de cierre automático de gas, ninguno se ha convertido en ley. La legislación no sólo podría evitar muertes futuras sino también alentar a la industria de aparatos de gas a modernizarse.
Desafíos regulatorios
La falta de regulaciones obligatorias para la seguridad de los aparatos de gas en Argentina permite a los fabricantes evitar instalar mecanismos de seguridad modernos, alegando preocupaciones de costos. Armonizar las leyes nacionales de seguridad con las agencias reguladoras del gas como el ENARGAS es crucial para cerrar esta brecha.
La necesidad de una legislación nacional
Una ley nacional integral sobre prevención de intoxicaciones por CO, acompañada de campañas de concientización pública sobre el mantenimiento de aparatos de gas, podría reducir significativamente futuros incidentes.
Iniciativas locales
A falta de legislación nacional, algunos gobiernos locales han tomado medidas. En 2020, Godoy Cruz en Mendoza exigió detectores de CO en las nuevas construcciones, prometiendo certificados de finalización solo a quienes cumplieran con este requisito.
Margen de mejora
Esfuerzos como estos son un paso en la dirección correcta, pero deben extenderse a las construcciones no registradas y garantizar el cumplimiento más allá de los edificios nuevos. Como señala Fabricio Cuaranta, presidente del Consejo de Godoy Cruz, la mayoría de los incidentes ocurren en estructuras no registradas, enfatizando la necesidad de una mejor coordinación entre los organismos municipales y reguladores del gas.
Argentina está lidiando con un peligro oculto que se cobra vidas año tras año. Para poner fin a la amenaza silenciosa del envenenamiento por CO, es imperativo que la nación adopte medidas de seguridad modernas y apruebe una legislación integral para proteger a sus ciudadanos de esta tragedia evitable.