La restricción a las importaciones está provocando una grave crisis en el sector de la salud en Argentina, con la escasez de insumos médicos que afecta a laboratorios de análisis clínicos, hospitales, clínicas y sanatorios en todo el país. Las empresas importadoras y proveedoras de la salud han expresado su preocupación por las dificultades para obtener permisos a través del sistema SIRA y acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Dificultades para abastecer
El abastecimiento de reactivos de diagnóstico, productos médicos, insumos, instrumentos, repuestos y materia prima es cada vez más complicado debido a las demoras en la autorización de pedidos y las restricciones en los plazos de pago impuestos a los proveedores extranjeros, que pueden extenderse hasta 365 días. Además, las reducciones en los índices de Capacidad Económica Financiera (CEF) han paralizado el proceso de importación.
Llamado a Restaurador Condiciones Anteriores
El sector de la salud ha hecho un llamado para volver a las condiciones previas al 12 de mayo, cuando los permisos de importación se tramitaban en 48 horas y se respetaban las fechas pactadas con los proveedores. La situación actual, según afirman, se agrava día a día, afectando la atención médica y la realización de cirugías.
Impacto en el Sistema de Salud
La Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA) advierte que estas restricciones, combinadas con la devaluación y la inflación acelerada, podrían paralizar por completo el sistema de salud privado, que atiende a la mayoría de los argentinos. El aumento del dólar oficial ha inflado los precios de los insumos de manera alarmante, lo que ha llevado a la escasez de elementos esenciales como placas y jeringas, y la reprogramación de cirugías.
Advertencia de la CADIME
La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) también alerta sobre la interrupción en el suministro de prestaciones médicas debido a la demora en la entrada de insumos estratégicos para el sector de la salud. La situación es crítica y se asemeja a la crisis experimentada en 2001.
La crisis en el sector de la salud en Argentina pone en riesgo la atención médica y resalta la necesidad de abordar los desafíos asociados con las restricciones a las importaciones y la disponibilidad de insumos médicos en el país.