Suponga que fuera a investigar o buscar en Google las cualidades de los líderes efectivos. En ese caso, todo lo que se le ocurriría son las características típicas, como buena comunicación, capacidad para tomar decisiones difíciles, tener una visión, modelos y escuchar atentamente, por nombrar algunas. Lo que no aparece en las búsquedas rutinarias es la humildad. Existe un fuerte vínculo entre este rasgo y el liderazgo efectivo. Jeff Hyman compartió lo siguiente en un artículo de Forbes:
Varios estudios de investigación han concluido que los líderes humildes escuchan de manera más efectiva, inspiran un gran trabajo en equipo y enfocan a todos (incluidos ellos mismos) en las metas de la organización mejor que los líderes que no obtienen una puntuación alta en humildad. Caso en cuestión: una encuesta de 105 empresas de software y hardware de computadoras publicada en el Journal of Management reveló que la humildad en los directores ejecutivos condujo a equipos de liderazgo de mayor rendimiento, mayor colaboración y cooperación y flexibilidad en el desarrollo de estrategias.
Los líderes humildes pueden sacar el máximo provecho de las personas a través de medios intrínsecos, lo que a menudo conduce a un cambio duradero y una cultura positiva. Aquí hay otro fragmento del artículo de Forbes mencionado anteriormente:
Los líderes humildes entienden que no son las personas más inteligentes en todas las habitaciones. Ni necesitan serlo. Animan a las personas a expresarse, respetan las diferencias de opinión y defienden las mejores ideas, sin importar si provienen de un alto ejecutivo o de un empleado de la línea de producción. Cuando un líder trabaja para aprovechar los aportes de todos, se transmite a través de la organización. A medida que otros ejecutivos y gerentes de línea emulan el enfoque del líder, se arraiga una cultura de obtener lo mejor de cada equipo y cada individuo.
Entonces, ¿cómo se convierte uno en un líder humilde? El primer paso es comprender quién es usted y cómo sus acciones pueden ser percibidas o impactar a otros, algo en lo que me sumergí profundamente en Liderazgo digital. La humildad se caracteriza por un bajo enfoque en uno mismo y una evaluación honesta del valor y los logros de uno. También requiere un reconocimiento de las propias imperfecciones, limitaciones, errores, deficiencias y otras áreas de crecimiento. Básicamente, necesitas entender quién eres.
Los líderes humildes son altamente efectivos porque:
- Gana confianza
- Use una lente equitativa
- Tratar a todos con respeto
- Fomentar el trabajo en equipo
- admitir errores
- Fomentar una cultura de aprendizaje
Aunque este es un error común, ser humilde no significa que seas débil. Si bien algunos pueden ver la humildad como una debilidad, es posiblemente el activo más importante que puede producir un líder.
No es necesario tener todas las respuestas. En su lugar, debe saber dónde encontrarlos o, mejor aún, aprovechar a su gente como un medio para desarrollar capacidades. Humildad significa que confías en las personas con las que trabajas, delegas cuando es necesario y brindas retroalimentación para estimular el crecimiento. A veces, es posible que necesite convertirse en un líder humilde y la reflexión diaria es fundamental utilizando un enfoque de ventana y espejo. En palabras de CS Lewis, “La humildad no es pensar menos en ti mismo, es pensar menos en ti mismo”.