Miles de ciudadanos griegos, incluyendo docentes, médicos y trabajadores de transporte, se unieron en una manifestación masiva en Atenas en rechazo a la controvertida propuesta de reforma laboral impulsada por el gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis. La propuesta, que busca extender la semana laboral a seis días y permitir jornadas de hasta 13 horas, ha desatado una ola de descontento entre los sindicatos y la oposición.
Paro Nacional en el Sector Público Griego
En respuesta a la reforma laboral, el mayor sindicato del sector público griego, ADEDY, convocó a un paro nacional de un día. Los efectos de la huelga se hicieron sentir con fuerza, con trenes y micros operando con servicio reducido, hospitales públicos funcionando con personal de emergencia y numerosos colegios cerrados. Los manifestantes se dirigieron al Parlamento, donde los legisladores están debatiendo los cambios propuestos.
Impacto en los Trabajadores
La iniciativa oficial permitiría a los empleados a tiempo completo tomar un segundo empleo a tiempo parcial y trabajar hasta 13 horas al día, a menos que se cumplan ciertas condiciones. También otorgaría a los empresarios la capacidad de implementar una semana laboral de seis días. Sin embargo, los críticos argumentan que esto podría llevar a jornadas extenuantes y poner en peligro los derechos laborales.
«Deja la puerta abierta a que trabajamos hasta 13 horas (al día), y hasta los 74 años», advirtió Lambrini Christoyanni, presidente del sindicato que representa a los empleados del Ministerio de Agricultura. Además, el proyecto de ley permitiría el despido sin previo aviso ni remuneración durante el primer año de trabajo, a menos que se acuerde lo contrario, lo que ha suscitado preocupación entre los trabajadores.
Llamado a Retirar el Proyecto de Ley
ADEDY, el sindicato que representa a cerca de medio millón de trabajadores, ha hecho un llamado enérgico para el retiro del proyecto de ley. Argumentan que la reforma laboral es un ataque a los derechos de los trabajadores y que empeorará sus condiciones de trabajo. El debate sobre estos cambios continúa en el Parlamento, donde el gobierno espera que se aprueben esta semana, a pesar de la creciente resistencia por parte de los trabajadores y sus representantes.