En medio del caos provocado por lluvias torrenciales, la gobernadora Kathy Hochul declara estado de emergencia en Nueva York. Las intensas precipitaciones han paralizado la ciudad, cerrando el sistema de metro, inundando calles y carreteras, y provocando retrasos en los vuelos en el aeropuerto de LaGuardia. Hochul insta a los residentes a quedarse en casa para evitar situaciones peligrosas, mientras todas las agencias estatales se movilizan para abordar esta crisis climática sin precedentes.
Alerta en Diferentes Zonas: Medidas de Precaución Extremas
Las áreas más afectadas, incluyendo Brooklyn y la Gran Manzana, se enfrentan a inundaciones repentinas impredecibles. Se advierte a los neoyorquinos sobre la peligrosidad de las calles y se recomienda evitar los desplazamientos. La situación es crítica en el valle del Hudson y Long Island, donde se espera que el nivel del agua alcance hasta 13 centímetros. En la ciudad de Nueva York, la cifra podría llegar a los 23 centímetros, según las previsiones. A pesar de la disminución de la lluvia, el alcalde Eric Adams insta a la población a quedarse en casa y permanecer alerta.
Impacto en Infraestructuras y Transporte: Caos en las Calles y en el Aire
Las inundaciones han paralizado el tráfico, dejando autos atrapados y obligando a algunos conductores a abandonar sus vehículos. Además, el sistema de transporte público ha sufrido interrupciones significativas, con estaciones de metro inundadas y líneas suspendidas en el ferrocarril MetroNorth. El aeropuerto de LaGuardia también se ha visto afectado, con cierres en terminales y retrasos en los vuelos. Las imágenes compartidas en redes sociales dan testimonio del desastre, con calles inundadas y autobuses sumergidos.
Cambio Climático: Una Realidad Ineludible para Nueva York
Expertos atribuyen estas intensas lluvias a un sistema de baja presión a lo largo de la costa del Atlántico medio, que ha atraído aire húmedo del océano. Este evento extremo pone de manifiesto la urgencia de abordar el cambio climático. La gobernadora Hochul, en una declaración, subraya que los neoyorquinos deben acostumbrarse a estas condiciones debido al cambio climático en curso.
