Taiwán hace historia al presentar su primer submarino de desarrollo propio, un hito en su programa de modernización militar en un momento tenso de disputas de soberanía con China. Este evento se llevó a cabo en la ciudad sureña de Kaohsiung y fue presidido por la mandataria Tsai Ing-wen.
«Monstruo Marino» Taiwaneses: Un Logro Nacional
La presidenta Tsai Ing-wen anunció con orgullo la incorporación del «Hai Kun», apodado «Narval» en inglés, a la flota taiwanesa. Este submarino es el resultado de un esfuerzo de siete años y representa un avance significativo en la defensa nacional de Taiwán.
El Futuro de la Flota Submarina
Taiwán planea lanzar al menos dos submarinos más de desarrollo propio antes de 2027, lo que fortalecerá aún más su capacidad militar. Con un costo de 1.530 millones de dólares y equipado con tecnología de Lockheed Martin, este submarino llevará torpedos pesados Mark 48 de fabricación estadounidense. Las pruebas en el mar comenzarán el próximo mes, y se espera que la marina lo reciba a finales de 2024.
Tensión en el Estrecho de Taiwán
Este hito llega en un momento tenso, con China realizando un número récord de incursiones militares en las inmediaciones de Taiwán. La presencia de 103 aeronaves chinas el 18 de septiembre y más de 20 buques alrededor de la isla el 11 de septiembre ha elevado la preocupación internacional.
Taiwán Defiende su Soberanía
El gobierno de Taiwán y su vicepresidente, William Lai, han reiterado su firme resistencia a las aspiraciones de China de anexar la isla. Las próximas elecciones presidenciales y legislativas en enero de 2024 serán cruciales para definir la dirección de la política taiwanesa hacia China en medio de estas tensiones.
La Perspectiva de Taiwán
Aunque China supera en número de submarinos a Taiwán, expertos locales sugieren que desplegar submarinos estratégicamente podría obstaculizar los aviones del Ejército Popular de Liberación de China. El Instituto de Investigación de Seguridad y Defensa Nacional de Taiwán destaca la importancia de puntos clave como el canal Bashi y la vía fluvial de Okinawa en este contexto.
Esta marca un importante avance en la capacidad de Taiwán para defender su soberanía en un momento crítico de las relaciones con China.